SOBRE GONZALO RUIZ DE MONJARAZ Y MEXIA (I) por Servando Hurtado Gonzalez

Hijo de Pedro de Monjaraz y López de Avendaño y de Isabel Mexia y Contreras, Gonzalo fue un afortunado ganadero afincado en El Espinar, pero con una importante presencia en tierras de Badajoz.
El padre conocido por Perucho de Monjaraz, natural de la Villa de Durango, era hijo de Rodrigo Ibañez de Monjaraz, Señor de esta Casa en su villa, y de Mary López de Avendaño, cuyo padre Juan de Avendaño, el Viejo, era Señor de Urquiza y Villarreal. Siendo bien joven, cuando pasó el Príncipe Enrique por la Villa, le tomó cariño y le crio en Palacio, llegó a ser una de las personas de confianza y más favorecidas por Enrique IV, y fue nombrado Alcaide del Alcázar de Segovia primero y del Alcázar de Madrid después, entre 1456 y 1464. En varias ocasiones estuvo guardando de la seguridad de la familia real en el Alcázar ante los movimientos convulsos e intrigas por la sucesión a la Corona de sus hermanos, el Infante Alfonso y la Infanta Isabel.



La debilidad de Enrique IV (1454-1474) fue expresa a lo largo de su vida, y su reinado, se caracterizó por una serie de influencias de nobles, destacando la del Marques de Villena. Cuando en 1467, por parte de los Arias colocaron al Infante Don Alfonso como sucesor de Enrique, con la ayuda del de Villena, corrió el rumor de que Perucho no hizo nada por evitarlo, pero Enrique le encargó llevar el tesoro real a Alcázar de Madrid para salvarlo. Por otro lado, hay textos, como el de Eduardo de Oliver-Copóns en su estudio de “El Alcázar de Segovia” que confirman que Perucho quiso “disuadir al Rey de firmar el acuerdo de entrega del Alcázar al Marqués de Villena porque le restaba autoridad y la defensa del Alcázar, …pero todo fue inútil para convencer al monarca”, “dejó la Alcaldía Monjaraz, el cual al ausentarse con lágrimas de rabia y de dolor, llevose las joyas y tesoros reales al Alcázar de Madrid, cuya tenencia le confirmó Enrique IV”, y “no obstante la actitud de Pedro de Monjaraz, francamente hostil a Don Alfonso, quiso mostrarse generoso, y en compensación de la pérdida del Alcázar de Segovia, considerado en aquellos tiempos uno de los más pingües e importantes de Castilla, le hizo donación de la villa de San Martín de Valdeiglesias”. A pesar de todo, ante las influencias de ciertos nobles, Perucho cayó en desgracia y se retiró a su casa de El Espinar donde acabó sus días y fue enterrado en San Eutropio.
Hay que puntualizar que la inseguridad de Enrique, y sus debilidades, dieron en una guerra civil a su muerte en Castilla, con el enfrentamiento entre los partidarios de la Infanta Juana, a la que su padre, en unos momentos nombró heredera, y en otros momentos la denostó, nombrando a su hermana Isabel, y los partidarios de esta.
Así no es extrañar, que el hijo de Perucho tomara nota y no quisiera entrar en relaciones con la Corona, dedicándose a sus actividades ganaderas.
El programa de fiestas de 1958 recoge algunos datos históricos, como que “el Rey Enrique IV pasaba temporadas en el palacio que construyera en El Espinar, dedicándose a la caza. Con él vendría una corte de nobles y personal que fueron el origen de palacios y casas solariegas”. No tengo datos para saber cuanto hay de verdad en esto, pero si pudiera ser la razón del establecimiento de Perucho de Monjaraz en el lugar.
Según se recoge también en los “Estudios Segovianos” con Perucho vinieron de Guipúzcoa sus dos hermanos Gonzalo y Pedro Ruyz de Monjaraz descendientes de la Casa Guipuzcoana. Y entre los tres crearon una larga saga familiar, que llegó incluso a tener fama en las tierras del Nuevo Mundo.
Perucho casó con Isabel Mexia y Contreras, a su vez hija de Gonzalo de Mexia, Señor de su Casa de Villacastín, y de Juana de Portugal, hija de los Señores de Puebla de Horcajada y de Torrejón.
Gonzalo, en principio, parece que fue el único hijo de Perucho. Casó con Juana de Ortigosa Bañez, hija de Alonso Hernández de Ortigosa el Viejo, Señor de su Casa en El Espinar, y de Juana Bañez García, pertenecientes ambos a tres de las cinco familias que participaron en la población de 1297 y con gran apego al lugar.
Como he comentado antes, Gonzalo se afanó en su ganadería estanca y trashumante. Compuesta a fecha de su testamento en 240 bueyes y novillos, 4.000 carneros, 4.600 ovejas, más sus crías, 1.200 vacas, más 12 muletos y yeguas entre chicos y grandes y otra docena de bestias asnales. Importante cabaña que criaba en sus tierras de extremeñas y segovianas.


En una de sus estancias en Mérida enfermó y viendo acercarse el final, mandó llamar a un escribano para hacer testamento. Así a 29 de noviembre de1517 lo dejó firmado ante los testigos Nicolás de Hortigosa, Juan Vázquez, Alonso de Hortigosa y Juan Portillo, dos de ellos familia de su mujer y todos vecinos de El Espinar. Como vamos a ver su actividad le fue muy favorable, pues en ese mismo documento testamentario hace referencia a los bienes que deja, a parte de su ganadería, y que son como sigue:
  • TIERRAS EN TORRE DE MARTÍN ESTEBAN (BADAJOZ)
  • DEHESAS DEL BRANERO (BADAJOZ)
  • 1 MOLINO EN RIVERA DE RIO MOROS CON SUS PRADOS
  • TIERRAS EN RIVERA DE RIO MOROS CON 427.000 M2
  • PRADO EN CALOCO
  • FUENTE DEL PALOMAR (huerto de la Calle Real a calle de la Zarza)
  • FUENTE QUE COMPRÓ A JUAN ANDRÉS (huerto en la calle de la Zarza)
  • EN EL ESPINAR 775.152 M2 DE TIERRAS (Entre otras el Carrascal =Los Ángeles de S. Rafael)
  • LA MITAD DE LAS CASAS QUE FUERON DE SU PADRE
  • LAS CASAS QUE COMPRÓ A PEDRO Y PABLO GIMENEZ
  • EN EL CAMPILLO 213.000 M2 DE TIERRA (Fuentemilanos)
  • EN ORTIGOSA DEL MONTE 328.000 M2 DE TIERRAS (El Berrocal)
  • EN OTERO DE HERREROD 83.720 M2 DE TIERRAS
  • EN VEGAS DE MATUTE 77.515 M2 DE TIERRAS
  • LE DEBEN 2.173.225 MARAVEDÍES (407.479,68 € aprox.)
  • DINEROS DE GASTOS DE SU CASA
(Continuará)
El Espinar, a 27 de mayo de 2020

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